miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿QUE PODRIA SUCEDER?

¿Qué podría suceder?
¿Qué ocurriría?
Si por fin me decidiera
a buscarte y explicarte,
que siempre te he amado,
si tuviera la valentía
de admitir que me equivoqué
al no retenerte a mi lado.


¿Qué ocurriría si te dijera,
que a mi vida,
a pesar de haberla vivido intensamente,
siempre le has faltado tu.


Que todas las mujeres
que me han amado
me han dicho lo mismo:
que a pesar de mi calor y de mi fuego
no me daba por entero.
He buscado en ellas algo más,
y cierto es, sin encontrarlo jamás.


Que toda mi intensidad amorosa,
emotiva y sexual,
sólo conseguía atarlas a ellas,
pero que sus abrazos no me impedían,
pasado un tiempo,
dejarlas y seguir buscándote.


Que te busqué en otras pasiones,
en otros brazos, en otros besos,
intentado sólo alcanzar,
aquéllo que tuve contigo
y que !loco de mi! dejé escapar.


¡Qué podría suceder?
¿Qué ocurriría?
Si por fin me decidiera
a buscarte y te encontrase,
y te explicase lo mucho
que te he añorado,
y que, por mi culpa
no hemos compartido la vida.
!Que me equivoqué tanto!

¿Podrías acaso perdonarme
si te dijera que no debí dejarte huir,
que debí convencerte
para que te quedases a mi lado,
para lo bueno y lo malo?

Sí. Te pedí que no marcharas
pero ante tus lógicas dudas,
debí saber acallarlas,
no en vano,
eran ya muchos mis años,
y hubiera podido convencerte.


¿Qué ocurriría
si te confesase que a pesar de amarte,
y de que te desease con pasión y premura,
sentí miedo de tu juventud
y temí que acabases
cansándote de mi y dejándome,
siendo sólo una aventura?


¿Quë me dirías
si te encontrase y te dijese,
si ahora estas sola,
que aunque no hayamos pasado juntos
ni el verano ni el otoño de nuestras existencias,
ahora es, quizá, nuestro momento?

¿Qué me responderías si te rogase,
que compartiéramos al menos,
el amor en el invierno de nuestras vidas,
y que en una hoguera de calor y afecto,
nos amáramos los dos hasta el final?




DE MI AZAROSA VIDA

       Llegué a la madurez
    segura de mi y de mis cosas.
      Plante cara al destino
       en muchas ocasiones,
        acertando en unas,
        y errando en otras,
aprendiendo de mis errores,
dando a pesar de todo,
gracias al Cielo, por estar viva.

No ha sido una vida fácil
ni los senderos marcados,
he encajado muchos golpes
y algunos también he dado.

Me he sentido muy querida,
y aceptada por los míos
y por otros que han compartido
un trecho de mi camino.

Dolor, Enfermedad y Muerte
conocí pronto,
me aterrorizó el Olvido,
y de la Amistad, el valor,
aprendí temprano,
como tempranos llegaron,
Deseo, Pasión, Ternura,
Lujuria y Fuego.

He perseguido ilusiones
en muchos lugares
y con tesón muchas de ellas,
realidad han sido.

Ferviente seguidora
de mil quimeras,
quise explorarlas,
todas y cada una de ellas.

AMOR entró en mi vida
con Mayúsculas,
y sin dudarlo
me entregué toda a ese AMOR.

En aras de ese AMOR,
traspasé la frontera
y conocí el EDEN
que sólo a conocer, llegan
los que sin egoísmo ni miedo,
todo su ser, entregan.

Formé parte de un TODO,
tan importante,
que ni describirlo puedo,
me sentí compañera y amiga,
de otro ser, amante.

Nos quisimos sin remedio
ni mesura, con loca ilusión,
hombre y mujer,
cuerpo y alma en comunión,
calentándonos en el mismo fuego,
de una incontrolable pasión.

Partes finitas de un Infinito,
gotas de agua en una tormenta,
granos de arena en una playa,
partes del Viento,
notas musicales en la partitura ideal
de un Concierto Universal.

Fuimos todo éso y mucho más,
luego, a unos de los dos,
venció el Miedo.

No fue el hastío,
ni la monotonía,
ni siquiera, los celos,
sólo el Miedo
al abandono con el tiempo.

Entraron a mi vida,
Soledad y Tristeza,
se instalaron en mi corazón,
lo llenaron de Amargura,
de Indiferencia y de Duda,
y casi pierdo la Razón.

Alcanzado el Cielo,
es muy difícil volver al suelo,
tuve que hacerlo y acostumbrarme
a vivir sin Amor.

!Que difícil ha sido,
despertar cada día sola en mi cama,
frías mis sábanas sin su calor,
sin su ternura y sin sus caricias!

Luego, otros amantes ha habido,
compañeros por un tiempo,
y he recobrado Deseo, Lujuria y Fuego,
en otros besos, en otros brazos,
pero Amor, Pasión y Ternura, no han regresado.

Han pasado los años,
y me he acostumbrado,
pero no, no me he resignado,
sé que en algún lugar,
en alguna recodo del camino,
algo espléndido me está esperando,
lo siento en mi alma y en mi cuerpo,
me lo dice el corazón
y he recuperado la Ilusión.